Sunday, January 29, 2017

decepcionada con el mundo moderno

Es curioso. Dicen que estamos en el siglo XXI. Un mundo, parece ser lleno de novedades y, sin embargo, vacío.
Ya no se ven apenas niños en las calles, jugando a la pelota, jugando en el parque... Cada vez es más común ver a un niño con un móvil en la mano. O con la consola. Pegado a un ordenador. Quizá para que estorben menos.
Es un mundo lleno de términos modernos que encierran mucho peligro. Ahora está de moda el "bullying", que empieza con una frase muy sencilla por parte de nosotros, los padres. No pasa nada, No tiene importancia. Son niños. Nos estamos engañando y mucho. Tiene, y mucha, importancia. Empezamos con un empujón. Continuamos con un "pirata", "gafotas", "gordo", "muñeco michelín". ¿Os suenan?. Muchos nos suenan de cuando nosotros éramos chicos. Con una diferencia. Sabíamos hasta dónde llegar. Ahora es diferentes. No hay límites. Vivimos en la jungla, donde vale todo.
Ahora, gracias a Internet he visto unos vídeos, y se me pusieron los pelos de punta, Vídeos de niños en grupo abofeteados por sus compañeros que miran impasibles y, en el mejor de los casos, lo graban en vídeo para subirlo a Internet y echarse unas risas. Otros, chicas adolescentes pateando y tirando de los pelos a otra compañera. En este caso las chicas se mostraron participativas... la lincharon entre unas cuantas. Lamentable.
¿Supone un mundo moderno un mundo carente de valores?. Parece ser que sí. No sabemos apreciar la diferencia, lo consideramos malo. Y, lo triste es que la sociedad nos está llevando a unos puntos peligrosos. Tenemos que mirar a la espalda. Nos olvidamos de ver lo que no expresan.
Es triste que un niño, sea cual sea edad, vaya con miedo a la escuela. Más decepcionante es que llegue a casa y, no sepa como decir a sus padres por lo que está pasando. Y que pasen los días, los meses, los años... compañeros distintos. Profesores distintos. Y, de repente, leer en prensa o escuchar en cualquier medio de comunicación, que un chiquillo de 10 años se ha suicidado. De verdad, ¿qué nos está pasando?
El "bullying" empieza con cosas muy sencillas. Quizás una no invitación a un cumpleaños, un "no jugamos contigo porque eres chica", "o chica". Un tú no sabes...
Hechos que de por sí, apenas importan. Súmalos todos. Durante tiempo. La respuesta, la tenemos ahora. Sigamos en esta trayectoria, y seguiremos abocados al fracaso.
Por favor, escuchemos a nuestros niños. Y, apelemos a nuestro sexto sentido. Si crees que la cosa está mal, busca respuestas. No te quedes con NO PASA NADA. ESTÁ BIEN.

Tuesday, September 12, 2006



CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Día tras día, cada vez que veo a un corderito a mi lado, doy por echo que hay un lobo bajo esas pieles. Un hombre , en principio, cariñoso y dulce. Incluso empalagoso. Eres, el príncipe azul. De puertas para afuera. Y, con los amigos y amigas también. Al fin y al cabo, la apariencia es lo que cuenta.

Pero en casa las cosas cambian. La miras. Hoy se a puesto una falda por encima de la rodilla. Una camisa ajustada y, unos zapatos de tacón alto. Lo cierto es que se siente atractiva. A ti eso no te gusta. La azotas. La insultas. La humillas. A cada lágrima de ella, tu estúpido “ego” se agranda. Sus ojos brillan. Se siente desdichada. Se siente engañada... Pero eso a ti, no te importa. Eres superior a ella.

Ella, te mira en silencio. En su mente evoca los días de antaño en la que la cortejaste. Esos días en los que, con tu hipocresía, la hiciste sentir princesa. Tu princesa.
En esa época, ella se sentía halagada. Tus piropos la hacían sentir especial. Una mujer especial. Pero, eso hasta que conseguiste lo que te proponías. Ella, sin darse cuenta, fue cayendo en tus redes. Su amor, se convirtió poco a poco, en dependencia. Y, esa dependencia, es lo que la está destruyendo. Tú, valiente cobarde, te has encargado de que viva sólo por y para ti. Eso, no es amor. Ni pasión. Eso es tiranía.

Estás tan ensimismado en hacerla sufrir, que no te das cuenta de la realidad. Estás demasiado cegado, como para darte cuenta.. Cada uno de tus tortazos. Cada uno de tus insultos . Cada improperio, no es más que una derrota tuya. Una victoria de ella. Ella, es la víctima. Tú, no eres nada. Eres un tirano. Eres un villano. Ni siquiera un animal. Es demasiado para ti. Un animal es mucho más digno que tú. Al menos él si sabe cómo tratar a su concubina.

Con el tiempo ella se ha dado cuenta de su infierno y, decide irse. Abandona su cárcel. Se escapa de su vida y huye. De nuevo se ha hecho con la victoria. Tu orgullo no puede con esa carga. Es demasiado pesada. Pones espías. Te confías a los tuyos. Construyes tu propia mentira. Y, sales en su busca. Dispuesto a todo para recuperarla. En tus labios estás dispuestas las palabras exactas para convencerla. Sin embargo, ella no te cree. Quiere escapar y huir de ti. Demasiado tiempo ha resistido las vejaciones como para creer, que de la noche a la mañana, tú hayas cambiado tanto. Eso, como no, es una puñalada. Te enervas. Te ensañas con ella. La azotas. La humillas. ¡Es para mi o para nadie!, piensas para tus adentros. Y, sin pensarlo, lo haces. La matas.

A tus pies un charco de sangre su sangre. Su corazón ya no late. Sus ojos, acusadores, conocen a su asesino. Su silencio te clama a voces. TÚ ME MATASTE. Y, como ella, muchas muchachas. Otras, se unen a esas voces de las que injustamente han sido asesinadas. Otras, ponemos esa voz a quien a dejado de existir, para parar la barbarie. La brutalidad que supone una muerta así, injustificada.

A ti, te da lo mismo. Nunca has superado que una mujer esté por encima de ti. Que esté más preparada que tú. Que sea más dulce. Que se lleve a todos de calle. Te has sentido arrinconado. Y tratas de huir. Pero detrás de ti, dejas la huella de tu crimen. De tus errores. Poco te preocupa. Unos años de cárcel, que se reducen a meses por buena conducta. Y luego... Luego, ¿qué?. Tu vida sigue.

Pero has segado una vida. Efecto dominó. Con esa muerte, caen muchos detrás. Amigos y amigas. Incluso gente de tu entorno descubre tu mentira. Te sentirás solo.

Puede que poco a poco. Esa soledad y tu conciencia, si es que la tienes, acaben cribando tu alma y te lleven. Te lleven lejos de aquí. A la más profunda oscuridad. En lo más profundo del infierno

Y, yo y todos, cantaremos y daremos gracias a Dios. Sabiendo que ella, su memoria, su conciencia, y nuestra voz, te han hundido. Ha sido una victoria nueva de ella.